Parroquia Hispanoamericana de la Merced
¿Quiénes somos?
La Parroquia hispanoamericana de la Merced es una parroquia perteneciente a la Orden de la Merced (Provincia de Castilla) que se encuentra en la Vicaría VIII de la diócesis de Madrid (España). Como comunidad parroquial nuestro propósito es anunciar y celebrar la fe de la Iglesia que se manifiesta también en nuestra labor caritativa. El monumental edificio se encuentra alineado en la calle de Edgar Neville, nº 23, en Madrid.
La presencia de la Orden de la Merced viene de antiguo; en el siglo XVI se funda el Convento mercedario de "Los Remedios", ubicado en la actual plaza Tirso de Molina. Desaparecida La Merced de la capital, por efecto de la desamortización de bienes eclesiásticos en el siglo XIX, se restaura en 1906 y ya en 1917 se instala en la iglesia de la "Buena Dicha", cercana a la Gran Vía. Será en esta iglesia de "La Buena Dicha" donde surgió la idea de crear la gran Basílica mercedaria; fue en el año 1947 y el ideólogo de la misma fue el P. José Saavedra (1907-1991), un mercedario gallego, entusiasta de espíritu, gran orador, de voz sonora y timbrada. En una conferencia que dejó editada, pronunciada en la Real Sociedad Geográfica en 1948, dejó expuesto su pensamiento al respecto. El gran templo, dedicado a Nuestra señora de la Merced, llevaba como nombre "Regina Hispaniarum Gentium".
El 26 de enero de 1948 se instituyó la Junta Nacional Ejecutiva pro Basílica; el 24 de junio de 1949 un jurado, nombrado al efecto, emitió por unanimidad el fallo, seleccionando el proyecto que presentaron a concurso los arquitectos Luis Laorga y francisco Javier Sáenz de Oiza, del Colegio de Arquitectos de Madrid, los mismos que diseñaron la famosa basílica de Arantzazu en el País vasco.
El día 11 de diciembre del mismo año de 1949 se bendijo y se colocó la primera piedra con la asistencia de diversas personalidades. La cripta comenzó a funcionar para la Navidad de 1954 y el 29 de mayo de 1966, fiesta de Pentecostés, se inaugura como parroquia -hasta aquel momento sólo era un templo basilical- dependiente de la Archidiócesis de Madrid-Alcalá. La nave central del santuario se abrió al culto a primeros de noviembre de 1968.
Las dimensiones del templo son excepcionales: 66 metros de largo, 35 de ancho y 42,45 de alto; es la mayor iglesia de Madrid. En el interior destaca el grandioso mural (frontis) del escultor asturiano Rubio Camín. La figura del Cristo tiene enormes dimensiones: 9 por 7 metros, y su peso es de dos toneladas y media más diez toneladas de las figuras que acompañan al Cristo Redentor.